Óscar Collazos
Nace en Bahía Solano en 1942. Hijo de padre caleño y madre chocoana. Su infancia transcurre en esta población del Océano Pacífico, de esta época dan testimonio algunos de sus relatos y novelas. En Buenaventura donde pasa su adolescencia encuentra su vocación literaria a raíz de las lecturas que realizó en la biblioteca pública de esa ciudad. Llega a Bogotá a comienzos de los años sesenta para cursar estudios universitarios donde tiene los primeros contactos con escritores e intelectuales de la época como Germán Vargas, Marta Traba, Germán Espinosa, Santiago García, Enrique Buenaventura, entre otros. En esta época publica sus primeros relatos que fueron bien recibidos por la crítica por algunos aspectos innovadores como la introducción de un mundo familiar conflictivo, el tema erótico y el manejo de unas técnicas literarias prácticamente inéditas en la narrativa de la época. También colabora con entrevistas, ensayos y reseñas en algunas revistas literarias como ECO y Letras Nacionales. En esos momentos se estaba configurando una generación de escritores que en bloque se proponían no solamente un enfrentamiento al Nadaísmo sino a ciertos valores dominantes en la literatura colombiana tradicional. A los escritores de esta época les correspondió revalorizar y seguir una línea de continuidad trazada por autores como José Félix Fuenmayor, Álvaro Mutis, Álvaro Cepeda Zamudio y García Márquez.
Llega a París en 1968, luego de un largo viaje por los países del Este a los que había sido invitado por sus primeros logros literarios. Era un escritor progresista lleno de intenciones revolucionarias que coincidieron con el movimiento estudiantil de mayo de ese año. Sobrevivió gracias al apoyo de Carlos Duplat y dando clases de español a la novelista Christiane Rochefort.
Regresa a Colombia y a los pocos meses es invitado por la Casa de las Américas de Cuba para formar parte del jurado del concurso anual de cuento de este organismo y posteriormente ingresa a dirigir el Centro de Investigaciones Literarias en reemplazo de Mario Benedetti. Gracias a esta experiencia se interesó por sistematizar gran parte de la literatura latinoamericana, de este trabajo quedan testimonios como el libro Los vanguardismos en la América Latina, su polémica con Cortázar y Vargas Llosa y numerosos textos sobre literatura latinoamericana que han sido editados en diferentes países. En la Habana conoció y entabló amistad con escritores de la talla de Alejo Carpentier, Julio Cortázar, Benedetti, Eduardo Galeano, Goytisolo, Fernández Retamar, etc.
Llega a Barcelona, frecuenta al poeta Jaime Gil de Biedma, tiene amistad con Juan Marsé, también se encuentra con los editores Carlos Barral y Ester Tusquets y se le abren las puertas del mundo editorial.
Fue escritor invitado del Berliner Kunstlerprogramm y colaborador invitado de la Agencia EFE en la sección grandes firmas.
Después de veinte años de ausencia, Collazos retornó a Colombia en 1989. Fue un momento de reflexión para el autor, quien tuvo la sensación de que había estado ausente de la violencia y del proceso de lo que denomina la “criminalización” de la sociedad colombiana. En esta época se vinculó como colaborador habitual al Magazín Dominical del diario El Espectador, donde publica ensayos y reseñas. Ha publicado varias colecciones de ensayos, algunos de sus cuentos y novelas fueron traducidos al alemán, francés, italiano y danés.